Estar tras un mostrador con una sonrisa siempre y manteniendo la alegría y el ánimo con estos tiempos que corren no es fácil.
Veo como cada vez se cierran más comercios y cuando haces caja y cada día compruebas que hay que reducir gastos no puedes evitar la angustia y la preocupación diciéndote que quizá yo sea la siguiente.
He pasado un tiempo así y comprobaba que cada día era peor que el anterior. Mi cuñada, mi chaman personal me explicó que la realidad que te rodea es la que proyectas. Que si quieres una distinta tienes que crearla previamente y convercerte que se realizará a la vez que das gracias al Cielo por esa fortuna que aunque aún no la tienes, tú tienes que dar por echa.
Puede parecer un disparate pero yo tengo fé en lo que dice y comencé a practicarlo. Cuando llegaba a la tienda proyectaba mi deseo de encontrar un ir y venir de clientela como si ya estuviesen allí, daba las gracias por esa caja que nos permitía seguir adelante.
Pues funciona, pasó esa mala racha de ver unos pocos y cajas que apenas cubrían gastos. No es que pueda saltar de alegría pero se va saliendo que tal como está la cosa no es poco y es lo que pido, poder seguir abriendo mi tienda y que podamos vivir de ella.
Seguiré practicando este sistema que recomiendo a todos, al margen de los resultados que han sido positivos me ha hecho sentir bien después de la oscura angustia en la que he estado y francamente detestaba encontrarme así.
Mi cuñada dice que somos como burbujas con una energia que puede ser positiva o negativa y que si nos juntamos muchas positivas el influjo que se ejerce es enorme para atraer lo bueno.
No se pierde nada y se gana bienestar. Intentémoslo.
